Mes: junio 2024

La ira en fibromialgia

“La ira interna causa en las pacientes con fibromialgia mayor percepción y gravedad del dolor, amplía el dolor persistente, empeora la calidad de vida e incrementa la depresión y la discapacidad”.

Recientemente, nuestro grupo ha publicado un artículo en la Revista Clínica de Medicina de Familia al que puedes acceder aquí: Síndrome de fibromialgia e ira.

Este artículo trata sobre el impacto de las emociones en el síndrome de fibromialgia, en concreto, trata sobre una de las emociones que más influye en los síntomas, la ira. Probablemente, las emociones que más influyen de forma negativa en la fibromialgia son la ira interna y el miedo.

En la fibromialgia, fundamentalmente se identifica un estilo de ira interna, el estilo «rumiativo» (inclinación excesiva hacia ideas y pensamientos relacionados con factores estresantes), que causa alteración del estado de ánimo, aumenta el sentido catastrofista de la enfermedad e incrementa y cronifica el dolor, la fatiga y las alteraciones del sueño. Empeora la evolución y el pronóstico.

¿Se puede tratar, la ira? ¿Podemos mejorarla?

Sí. De hecho, la tendencia general a inhibir la ira predice un aumento del dolor. Es decir, tratar de negar la ira, de frenarla, retenerla o de obviarla, aumenta el dolor.

Por tanto, es necesario como primer paso, identificarla, ponerle nombre y saber que existe y cómo influye negativamente sobre la enfermedad. Y en segundo lugar, abordarla.

En la actualidad se han desarrollado programas de atención plena y de entrenamiento de fuerza que han demostrado un control interno de la ira en pacientes con SFM con una disminución del dolor, la ansiedad y la depresión (evidencia científica aquí). Queda mucho por hacer, pero de momento, se sabe que la práctica de mindfulness y ejercicios de fuerza consiguen controlar la ira y con ello, mejorar los síntomas.

HAIKÚ. Poesía japonesa.

Haiku​ (俳句) o haikú​ es un tipo de poesía japonesa.

Consiste en un poema breve de diecisiete sílabas, escrito en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente.

Blyth lo llama «la poesía de la sensación», es más podría definirse como “ poesía de la sensación desnuda”, que no pretende oscurecer algo con las palabras, sino iluminarlo.

La poética del haiku generalmente se basa en el asombro y la emoción (哀れ [aware]) que produce en el poeta la contemplación ante la realidad (tradicionalmente en un espacio de pura naturaleza).

​ Siguiendo el régimen tradicional japonés, la composición suele contener alguna referencia directa o indirecta a la estación del año, mediante el uso de un kigo (季語) o palabra que evoca las estaciones.

Es común relacionar el haikú con el zen. Sin embargo, aunque el zen utilizó el haiku para la difusión de su filosofía, dista mucho de ser el origen del mismo.

La lectura de haikú antes de dormirse, primero en japonés y después en castellano, y recrear nuestra mente en la imagen de la naturaleza que describe puede ayudarnos a un sueño placentero. Encontrar al día siguiente unos minutos para copiar haikú (en japonés y en castellano) en una libreta y dibujar la imagen que narra puede ayudar a nuestra memoria y a nuestra tranquilidad física y espiritual. También puede ser un magnífico anclaje recordarlo en cualquier momento de estrés a lo largo del día siguiente para encontrar la tranquilidad y el bienestar.

Dos libros que pueden ser un buena herramienta para iniciarse en la lectura de los haikú:

Libro Sueño de la libélula